A continuación, te explicamos cómo hacer que tus asquerosos y encerados auriculares inalámbricos parezcan nuevos.
Si escuchas música, audiolibros o podcasts con regularidad, lo más probable es que tus AirPods o auriculares inalámbricos sean bastante asquerosos. Piensa en ello: Tus AirPods permanecen en tu oreja durante horas al día, acumulando cera, y luego se encuentran en su estuche de carga que se tira en tu bolso o bolsillo, acumulando polvo y gérmenes por el camino. Para que tus asquerosos y encerados auriculares inalámbricos vuelvan a lucir impecables y te aseguren un sonido cristalino, querrás aprender a limpiar los AirPods sin destruirlos. (Aunque los AirPods son resistentes al agua, eso no significa que sean resistentes al agua, por lo que usar mucha agua para limpiarlos es algo que definitivamente no se debe hacer).
Como tus auriculares inalámbricos pasan la mayor parte del tiempo en su estuche de carga, también tendrás que limpiarlo. Aquí tienes nuestra guía paso a paso para que tus AirPods y su práctico estuche de carga queden relucientes. Una ventaja añadida: te sorprenderá la nitidez del sonido cuando tus auriculares no estén obstruidos con cera y polvo.
No necesitas un montón de herramientas de limpieza extravagantes para mantener tus AirPods en buen estado. Esto es lo que deberías tener a mano:
Si tus AirPods han acabado en algún lugar asqueroso y sucio (¡suele ocurrir!), puedes utilizar toallitas desinfectantes como la de alcohol isopropílico al 70 %, la de alcohol etílico al 75 % o las toallitas desinfectantes Clorox para limpiar el exterior. Pero evita que entre humedad en la malla del altavoz, ya que puede dañar tus AirPods.
En lugar de esperar a que se vuelvan asquerosos, puedes hacer un mantenimiento regular mientras usas tus AirPods. Simplemente pásales un paño limpio y seco después de usarlos para evitar la acumulación de cera, sudor y otros posibles irritantes.
Para evitar dañar los AirPods o el estuche, asegúrate de que estén bien secos antes de empezar a cargarlos.