Pulir los suelos de madera es un medio económico y eficaz para mantener su brillo y durabilidad, utilizando una fregona plana con estropajo de microfibra y un abrillantador específico; no obstante, el tipo de acabado determinará si se necesita pulido o cera, ya que un producto incorrecto puede causar problemas como resbalones, deslustre del acabado o impedir futuros repintados. Veamos paso por paso.
Herramientas y Materiales
Si no está seguro de qué tipo de acabado tiene su piso, raspe un poco de un área poco visible con la hoja de un cuchillo afilado.
Vacíe la habitación, retirando la mayor cantidad posible de muebles, luego limpie el piso a fondo para eliminar el polvo y la suciedad. Barra o aspire, luego trapee con un limpiador comercial para pisos de madera o una solución de un cuarto de taza de jabón para platos y un galón de agua tibia para eliminar la suciedad persistente. Pase el piso por última vez con un trapeador limpio humedecido con agua para eliminar cualquier residuo de limpiador. Seque completamente con una toalla suave y limpia.
Comience en una esquina trasera de la habitación, trazando un camino que lo llevará a terminar cerca de una salida, vierta una pequeña cantidad en forma de S de abrillantador de pisos de madera en el piso.
Con un trapeador de superficie plana, trabaje la solución de un lado a otro en la dirección de la veta de la madera, alisando las burbujas de aire. Trabaje en áreas pequeñas (de aproximadamente tres a cinco pies de ancho en cualquier dirección) para controlar mejor la cantidad de pulimento que ha aplicado.
Si bien debes asegurarte de cubrir completamente el piso, las capas delgadas se secarán más rápido que las gruesas y siempre puedes aplicar otra capa si es necesario.
Nota: El pulimento puede manchar los paneles de yeso y los zócalos, así que evite salpicar en estas áreas.
Espere al menos una hora antes de permitir el tránsito ligero por la habitación y un día completo antes de volver a trasladar sus pertenencias y reanudar el uso normal. Para evitar rayaduras, tenga cuidado de no arrastrar ni deslizar los muebles; levante cada pieza y colóquela en su lugar. Coloque protectores de fieltro debajo de las piezas pesadas para una protección adicional.
Estas medidas ayudarán a conservar el brillo de su piso de madera. Es posible que desee repetir el proceso de pulido algunas veces al año, según sea necesario, pero no exceda las cuatro aplicaciones por año. Recuerda siempre limpiar tus pisos primero.