Muchos padres consideran que contratar una niñera compartida significa dividir el costo total del servicio a la mitad, sin considerar que la profesional asume una carga laboral mayor. Un acuerdo de este tipo debe beneficiar a ambas familias y a la niñera, garantizando condiciones justas para todos. Veamos de qué se trata.
La mayoría de las familias asumen que compartir una niñera implica:
Sin embargo, este enfoque ignora que la niñera enfrenta mayores responsabilidades y desafíos al trabajar para dos familias simultáneamente.
Un servicio compartido debe funcionar de manera equilibrada:
De esta forma, las familias obtienen un descuento, mientras la profesional recibe un pago justo por su trabajo.
Trabajar para dos familias no es lo mismo que cuidar dos niños en un solo hogar. Las diferencias clave incluyen:
Comparado con otras profesiones, como entrenadores personales o terapeutas grupales, es lógico que quien presta el servicio gane más al atender a más clientes simultáneamente.
Para que el acuerdo funcione, es esencial:
Si el presupuesto no alcanza para una niñera compartida bajo estas condiciones, otras opciones incluyen:
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