Sentirse agobiado en casa, incluso cuando todo parece estar en su sitio, puede deberse a un enemigo silencioso: el desorden visual. A diferencia del desorden típico, el desorden visual no siempre implica suciedad o caos evidente, sino una sobrecarga de estímulos que interfiere con la funcionalidad y el bienestar emocional. Desde cables sueltos hasta estantes saturados, este tipo de desorden puede alterar la concentración, generar estrés y hacer que un espacio luzca más pequeño y desorganizado de lo que realmente está. Veamos cómo hacerlo.
El desorden visual es cualquier elemento que interrumpe la armonía visual de un espacio. Puede ser una combinación de objetos, colores, formas o detalles que compiten por nuestra atención. Aunque los objetos estén bien acomodados, una saturación visual puede dar la impresión de caos, reduciendo la estética y funcionalidad del hogar.
Según expertos en organización del hogar, eliminar estos elementos innecesarios puede:
Haz un escaneo mental de tu hogar y pregúntate:
Si respondiste sí a alguna de estas preguntas, es probable que el desorden visual esté afectando tu bienestar.
A continuación, una tabla con los espacios más afectados y sus elementos típicos de desorden visual:
| Espacio | Elementos comunes de desorden visual |
|---|---|
| Sala | Controles remotos, cables, adornos múltiples, libros |
| Cocina | Electrodomésticos en la encimera, utensilios visibles |
| Dormitorio | Ropa fuera del clóset, mesas de noche con demasiados objetos |
| Entrada | Zapatos, llaves, bolsas, correo sin clasificar |
Eliminar el desorden visual no implica tirar todo, sino hacer elecciones más intencionales. Aquí algunos pasos simples pero efectivos:
Opta por mesas con cajones, otomanas con espacio interior o muebles cerrados. Esto mantiene los objetos fuera de la vista pero accesibles.
En lugar de llenarlas con artículos aleatorios, agrupa objetos por tipo o color. Por ejemplo, una colección de tazas blancas luce más ordenada que una mezcla de diferentes diseños.
La decoración debe ser minimalista y significativa. Prefiere pocos objetos bien ubicados, que aporten al estilo general del espacio.
Haz una limpieza visual cada temporada. Deshazte de:
Organiza con cajas, bandejas o ganchos específicos para cada objeto: llaves, controles remotos, cables, correspondencia, etc. Esto reduce los «montones sin dueño».
Por ejemplo, cada miembro de la casa puede tener un gancho para su abrigo y una caja para sus zapatos. Cuando se llenan, es momento de reorganizar.
Coloca una caja o bolsa donde guardar objetos que ya no usas, pero que aún pueden tener valor para otros. Así evitarás que se acumulen en lugares inadecuados.
Aquí algunas herramientas útiles para combatir el desorden visual:
Un hogar libre de desorden visual no solo se ve mejor, también se siente mejor. La tranquilidad y claridad que aporta impacta directamente en tu día a día. Si ofreces servicios de organización, limpieza o asistencia en el hogar, este es el momento perfecto para aprovechar esa demanda creciente de orden y funcionalidad.
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